Alcázar de San Juan, una de las principales ciudades de La Mancha, es un destino único que combina historia, patrimonio y cultura. Con una rica herencia que se remonta a épocas medievales, esta ciudad es testigo de importantes acontecimientos históricos y una parada esencial para los viajeros que desean descubrir el auténtico corazón de la región.

Uno de los elementos más destacados de Alcázar es su Centro Histórico, que conserva una serie de monumentos emblemáticos que narran la evolución de la ciudad a lo largo de los siglos. Entre ellos destaca la Iglesia de Santa María la Mayor, un ejemplo impresionante de arquitectura renacentista, que se erige como uno de los principales puntos de referencia de la ciudad. También es muy relevante el Castillo de Alcázar de San Juan, una fortaleza medieval que fue restaurada para preservar su estructura, y que es un testimonio del pasado militar de la ciudad.

El Museo Municipal ofrece una mirada profunda a la historia local, con exposiciones que abarcan desde la prehistoria hasta la Edad Moderna, además de ser un punto clave para conocer la vida y costumbres de los habitantes de la comarca. En las cercanías de la ciudad, se pueden encontrar vestigios de la cultura del vino, otra de las principales tradiciones de la zona, que se ve reflejada en el Museo del Vino y en las bodegas que producen algunos de los mejores vinos de La Mancha.

En cuanto a la gastronomía, Alcázar es famosa por sus platos tradicionales que destacan los sabores manchegos, como el pisto manchego, los gachas y, por supuesto, sus famosos quesos y vinos. Las plazas del centro se llenan de bares y restaurantes donde se puede disfrutar de la rica cocina local en un ambiente relajado y acogedor.